Por la puerta grande

El Real Valladolid retorna a la primera división del fútbol español y lo hace por la puerta grande. El club del Pisuerga regresa, de este modo, al lugar en el que siempre tuvo que estar.

La machada de los pucelanos es digna de elogio. Han conseguido su billete para la máxima división balompédica estatal con la friolera de ocho jornadas por disputar. Pero el margen del que disponen sobre el cuarto clasificado, 26 puntos sobre el Ciudad de Murcia, hace que el sueño de la afición blanquivioleta se haya hecho realidad. La próxima temporada desfilarán por el Estadio José Zorrilla las estrellas más rutilantes del panorama futbolístico.

El Real Valladolid había descendido a la segunda división del fútbol español en la campaña 2003/04 y desde entonces sus intentos de volver a la elite habían sido baldíos. La categoría de oro del fútbol estatal es su hábitat natural, ya que ha militado en ella durante nada menos que 37 temporadas.

El triunfo del Valladolid en el Heliodoro Rodríguez López frente al Tenerife por 0-2 certificó el ascenso del cuadro pucelano. Los tantos de Víctor en el minuto 25 y de Manchev en el 84 desataron la euforia en la capital del Pisuerga. Los de Mendilibar, tras 28 partidos sin perder y ganando los siete últimos encuentros, pasan a la historia de la división de plata como el conjunto que firma el ascenso de forma más rápida.

El mérito es de todos. De la junta directiva, por confiarle a José Luis Pérez Caminero la dirección deportiva; del propio ex internacional español, por contratar a un técnico tan solvente como José Luis Mendilibar; del técnico vizcaíno, por dirigir a la plantilla vallisoletana con tino y sabiduría; de los jugadores, por encandilar a su afición; y de la hinchada, por apoyar al equipo de sus amores.

Enhorabuena al Real Valladolid. El trabajo bien hecho tiene su recompensa.