Felipe Massa muestra sus credenciales al título

Felipe Massa arrolló en el Gran Premio de Bahrein. El brasileño exhibió una superioridad aplastante durante todo el fin de semana. El piloto de Ferrari logró la triple corona, es decir, la pole position, la vuelta rápida y el triunfo.

Massa dominó la carrera de principio a fin. Partió desde la primera posición de la parrilla de salida y fue el primero en atravesar la bandera a cuadros. Únicamente, Lewis Hamilton trató de presionarle en algunos momentos, pero sus intentos fueron baldíos.

El otro triunfador en Sakhir fue, precisamente, el joven británico. Hamilton, que se ha convertido en el mejor debutante en la historia de la fórmula uno, cosechó una plausible segunda plaza. El protegido de Ron Dennis amenaza con causar más de un quebradero de cabeza a Fernando Alonso.

En McLaren no existe primer piloto y, si los dos llegan con opciones al final del campeonato, me temo lo peor. El inglés contaría con el beneplácito de los jefes de la escudería de Woking. De momento, todo son alabanzas para Hamilton. Martin Whitmarsh, director de operaciones de la formación anglogermana, ya comenta que el británico "ha demostrado que es un serio aspirante al título mundial". De hecho, en la salida Alonso se colocó justo detrás del alerón de su compañero después de adelantarse ligeramente a Räikkönen, y éste comenzó a realizar dudosos cambios de dirección. El piloto inglés realizó cinco y el reglamento sólo permite dos.

Tal es el ambiente que se respira en McLaren-Mercedes que, Luis García Abad, representante de Fernando Alonso, prefirió ver la calificación del Gran Premio de Malasia desde el box de Renault. Al parecer, los miembros de la escudería angloalemana no se comportaron de modo demasiado imparcial en Australia, vitoreando a Lewis Hamilton cuando marchaba delante del asturiano.

Alonso puede tener al enemigo en casa. Más aún después de la discreta actuación del español en Bahrein. El bicampeón mundial realizó una de las actuaciones más flojas que se le recuerdan y sólo pudo clasificarse en quinto lugar. Räikkönen, que le superó tras la primera parada, y Heidfeld, que le rebasó con un loable adelantamiento, le precedieron en la meta.

Lo curioso es que el MP4/22 de Alonso funcionó a la perfección en los entrenamientos libres del viernes. Pero el sábado todo cambió y el bólido del ovetense comenzó a rendir a un nivel inferior al esperado. Aunque parezca difícil de creer, la respuesta puede encontrarse en el destrozo que provocó un plafón iluminador que cayó encima del coche número uno. Los desperfectos fueron de consideración.

Ahora bien, a pesar de todo ello, Alonso sale de Bahrein compartiendo el liderato con Kimi Räikkönen y Lewis Hamilton, y con Felipe Massa a cinco puntos. Se trata del Mundial más igualado de la historia junto con la primera edición del campeonato en 1950.

Dentro de un mes, el circuito de Catalunya, con la celebración del Gran Premio de España, vivirá otro apasionante capítulo de la batalla por el título mundial de fórmula uno. Alonso contará con el apoyo de unos aficionados entregados a su magia. Pero eso ya será otra historia.