José María Odriozola, presidente de la Real Federación Española de Atletismo (RFEA), ha pronosticado que los atletas españoles recolectarán seis medallas en los Europeos en pista cubierta que se celebran en Birmingham. Pintan bastos.
Si por algo se ha caracterizado el máximo dirigente de la RFEA a lo largo de su prolongado mandato, ha sido por su inusitado optimismo. Con anterioridad a cualquier campeonato, suele salir a la palestra y presagiar un desproporcionado número de éxitos de nuestros atletas.
En esta ocasión, sin embargo, ha optado por ser cauto y profetizar una cantidad de metales acordes con la realidad. ¿Ha aprendido la lección? A estas alturas, lo dudo. ¿No será que ha percibido que nuestro atletismo atraviesa por nefastos momentos?
Numerosos analistas subrayan que la elite de nuestro atletismo está envejeciendo. Pasa el tiempo y no surge el ansiado relevo. Los agoreros remarcan, desde tiempo atrás, que en el atletismo español la base no termina de funcionar. La causa se encuentra en el escaso guarismo de jóvenes que practican este deporte.
En tiempos de abundancia y prosperidad, las juventudes prefieren adiestrarse en otras modalidades menos sacrificadas, fatigosas y dotadas de una mayor retribución económica. Los pequeños sueñan con emular a Ronaldinho o a Gasol, a Alonso o a Nadal; pero no con proseguir la estela de 'Paquillo' Fernández o de Kenenisa Bekele. Pintan bastos para nuestro atletismo.
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