Espléndida exhibición del atletismo español. Cuando la mayor parte de los indicios apuntaban a una actuación sin pena ni gloria de nuestros deportistas en Birmingham, la realidad nos ha sorprendido gratamente. El siempre optimista José María Odriozola, máximo dirigente de la RFEA, ha patinado con sus pronósticos en esta ocasión. Nosotros también hemos errado. Afortunadamente. En pocas ocasiones equivocarse deja tan buen sabor de boca.
Los Europeos en pista cubierta dieron el pistoletazo de salida el pasado viernes. El vallista de origen ecuatoriano Jackson Quiñónez, en su estreno internacional como español, nos proporcionó la primera alegría. Cosechó un notable bronce en los 60 metros vallas. Sin embargo, una mejor salida le podría haber aupado a cotas más elevadas.
El sábado el siempre cumplidor Jesús España consiguió la medalla de bronce en los 3.000 metros. Se esperaba más de él, pero acabó desfondado en la recta de meta. En cualquier caso, no puede ponérsele ningún pero a alguien que lo da todo y logra subir al podio. Por su parte, Concha Montaner, muy constante durante toda la prueba, consiguió una excelente plata en salto de longitud, únicamente superada por la portuguesa Naide Gomes.
Pero el plato fuerte tendría lugar el domingo. La jornada comenzó con el inesperado oro de Carlota Castrejana en triple salto. La riojana, con un estratosférico salto de 14,64 metros, pulverizó el récord de España de la especialidad y registró la mejor marca europea del año. Poco después, Miguel Quesada conquistó la plata en los 800 metros. El barcelonés dio la cara en todo momento y apunto estuvo de sorprender al gran favorito, el holandés Arnoud Okken. Acto seguido, la infalible Marta Domínguez se coronó subcampeona europea indoor de los 3.000 metros. La palentina es un seguro de vida. Nunca nos falla.
Sin apenas tiempo para digerir los éxitos alcanzados, llegó la apoteosis. Juan Carlos Higuero, Sergio Gallardo y Arturo Casado, por ese orden, evocaron la gesta en la maratón de Martín Fiz, el fallecido Diego García y Alberto Juzgado en el Europeo de Helsinki en 1994. El histórico triplete en el 1.500 puso el colofón a Birmingham 2007. Los nueves metales logrados situaron a la delegación española en el quinto puesto del medallero y en la tercera posición en cuanto al número de medallas. Una genuina e innegable hazaña, en la línea trazada en Viena y Madrid.
No hay comentarios:
Publicar un comentario