Devaluado

El próximo sábado el Estado español se paralizará. De norte a sur. De este a oeste. El Camp Nou será el escenario del enésimo FC Barcelona-Real Madrid de la historia. Será el escenario de un nuevo 'partido del siglo'. Será el escenario, en definitiva, del acontecimiento deportivo más seguido por estos lares.

En esta ocasión, pero, el duelo entre los dos gigantes de nuestro balompié estará presidido por una considerable devaluación. Y es que ambas escuadras se hallan en plena crisis. Ni FC Barcelona ni Real Madrid solventaron con éxito sus compromisos en la Liga de Campeones, por lo que fueron apeados en los octavos de final de la competición, por el Liverpool y el Bayern de Múnich, respectivamente. El gran clásico del fútbol mundial se nos presenta alicaído, afligido. Sus dos protagonistas no se encuentran entre los ocho mejores del continente. Todo un varapalo.

El cuadro catalán, aniquilado de la máxima competición europea por el Liverpool de Rafael Benítez, ha pretendido ser fiel a su historia. La temporada 1992/1993 los azulgranas defendían el entorchado alcanzado en Wembley y, en la ronda de octavos de final, se vieron superados por el CSKA de Moscú. El conjunto barcelonista parece aproximarse con premura al término de un exitoso ciclo. Cuenta en sus filas con varios de los mejores jugadores del universo. Pero sus estrellas ya no atesoran hambre de victorias. Y, por si fuera poco, su ego está generando división y celos en el vestuario. Más de un crack abandonará la Ciudad Condal durante el próximo verano. Seguramente, no serán los únicos. El técnico, Frank Rijkaard, con errores de principiante en cuanto a posicionamiento, planteamientos y sustituciones, está más fuera que dentro de la entidad. Su falta de autoridad así como su respeto a las jerarquías imperantes también inciden en su desvalorización.

El club de Concha Espina, por su parte, continúa con su ya eterna travesía por el desierto. En Chamartín todo son dudas. ¿Es el actual presidente el máximo culpable? ¿Tendría que convocar Ramón elecciones el próximo verano tras la enigmática anulación del voto por correo? ¿Es Fabio Capello el gran responsable de la crisis? ¿Lo son los jugadores? Demasiadas preguntas y muy pocas respuestas. El presidente no cuenta con el apoyo de la masa social y piensa más en sus intereses personales que en los de la entidad. Fabio Capello es un entrenador de enorme prestigio, pero no el apropiado. Su exceso de mano dura, racanería, su devoción por la destrucción y la falta de mano izquierda han agravado los problemas en la parroquia blanca. Resulta imperdonable su desprecio a Ronaldo y su veneración a futbolistas como Emerson o Cannavaro. El Real Madrid precisa una limpieza a fondo; empezando por la directiva, pasando por el cuerpo técnico y acabando por los jugadores. La plantilla adolece de una falta de calidad alarmante.

De este modo tan crítico aterrizarán Barcelona y Real Madrid el próximo sábado. Nos aguarda un nuevo 'partido del siglo'. Devaluado como en pocas ocasiones, es cierto. Pero se trata del gran clásico del fútbol mundial...