El pasado viernes 2 de marzo algo me conmovió, me estremeció, me inquietó. Gregorio Parra, la voz del atletismo español durante los últimos lustros, no estaba presente en Birmingham. Los Europeos en pista cubierta de 2007 no tendrían la dicción del comunicador murciano.
El veterano periodista, con cerca de cuarenta años a sus espaldas en el ente público, ha sido testigo de cuantiosas hazañas de nuestros atletas. Y es que como él mismo reconoce, la progresión del deporte español en las últimas tres décadas es digna de elogio.
En manifestaciones a La Economía de la Región de Murcia, Gregorio Parra asegura que "con 14 años sabía que iba a ser periodista, aunque era un fatal estudiante de bachillerato. Mi padre soñaba con que fuera corresponsal en Washington, yo suspiraba con ser periodista deportivo. Era mi pasión. Con 18 años ya tenía claro que quería especializarme en atletismo". Sin embargo, admite que "nunca imaginé que con esta voz tan mala y penosa y con esta pronunciación caótica pudiera ser la voz del atletismo español". El comunicador murciano exhibe, sin duda, una modestia meritoria de encomio.
Gregorio Parra es uno de los muchos profesionales que se van a ver obligados, de aquí a dos años, a jubilarse en RTVE por la puesta en marcha del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para recortar gastos. Por ello, no ha acudido a Inglaterra a cubrir los Campeonatos de Europa bajo techo. Se le ha echado de menos. Su singular voz, su modo de entender el atletismo y el tándem que integraba junto a José Luis González permanecerán eternamente en nuestra memoria. Gracias por todos estos años de auténtico y genuino periodismo deportivo.
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