El Campeonato del Mundo de motociclismo se presenta apasionante. La edición de 2007 promete ingentes emociones y no ser apta para cardíacos. Y, para muestra, un botón.
El Gran Premio de Qatar fue uno de aquellos certámenes que crean afición. Fue uno de aquellos acontecimientos que te tienen en vilo. Fue uno de aquellos eventos que no te permiten siquiera parpadear.
De tal modo, el triunfo en la cilindrada menor fue por 73 milésimas de segundo. Más apretado, imposible. Héctor Faubel, con gran astucia, se impuso en la línea de meta al húngaro Gabor Talmacsi. Ellos dos, junto con el checo Lukas Pesek, el italiano Mattia Pasini y Sergio Gadea, son los candidatos más serios al título en 125cc. Una victoria final española entra dentro de lo previsible.
En 250cc, es la categoría donde a priori los españoles parten con mayores opciones. Jorge Lorenzo, vigente campeón mundial, asestó un duro golpe a sus oponentes en el certamen qatarí. El mallorquín es el gran favorito para revalidar su cetro universal. Ahora bien, el sanmarinense Alex de Angelis, el suizo Thomas Luthi, el transalpino Andrea Dovizioso, el finlandés Mika Kallio, los hermanos Aoyama, y los españoles Héctor Barberá, Álvaro Bautista y Julián Simón, tratarán de derrumbar los pronósticos. El cuarto de litro es la categoría donde nuestros pilotos gozan de más posibilidades.
En MotoGp, en cambio, el horizonte se nubla. El rey Valentino Rossi está más centrado que nunca. Nicky Hayden tratará por los medios habidos y por haber volver a campeonar. Y las Ducati de Casey Stoner y Loris Capirossi se muestran intratables con su inigualable velocidad punta. Por no hablar del talentoso pilotaje de Marco Melandri. No obstante, no es ninguna quimera que Daniel Pedrosa nos proporcione una alegría. El catalán es un genio y con los genios todo es posible.
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