Genio y figura

Genio y figura. Fernando Alonso continúa en su línea. Continúa imperturbable. Continúa haciendo gala de un carácter, cuando menos, peculiar.

Cuando propios y extraños empiezan a admirar la fiabilidad del MP4-22 , el bicampeón se muestra irónico. Asegura que lo que más le agrada de su nuevo monoplaza "son los colores".

La estrategia del piloto asturiano se ciñe a dos objetivos. Por un lado, pretende que los integrantes de su escudería no se relajen y prosigan con la labor de desarrollo y perfeccionamiento del auto. Por otro, desea trasladar la presión a otros equipos.

El número 1 de McLaren-Mercedes sabe que camina en la dirección correcta. La escudería anglogermana está realizando un ingente esfuerzo con la intención de proporcionarle el material idóneo para que revalide su corona. Él lo agradece. Pero no quiere que los componentes del equipo de Woking se 'duerman en los laureles'. No quiere que se confíen. Y es lógico.

Alonso conoce en demsasía a prensa y aficionados. Le interesa de cara a la opinión pública no ser considerado el candidato número uno al título. Prefiere que se piense que los grandes favoritos son los Ferrari, Renault o BMW.

El piloto asturiano ambiciona ir 'de tapado'. Se trata de una posición sopesada e inteligente. Por ello, asevera que "el coche no está todavía para ganar". Obvia que el único campeón del mundo en la parrilla de salida del próximo campeonato será él. Genio y figura.