El Panathinaikos es el nuevo campeón de Europa de baloncesto. El cuadro heleno, que hereda el trono del CSKA de Moscú, precisamente su víctima en la finalísima, consigue de este modo su cuarta corona continental.
La entidad ateniense, que obtuvo su primera Euroliga en 1996, es el club griego con un palmarés más excelso. Sin embargo, a nivel internacional no comenzó a destacar hasta mediados de los noventa, cuando el sensacional Aris de Salónica de Nikos Galis y de Panagiotis Yannakis empezó a hacerse mayor.
Buena parte de la grandeza del Panathinaikos se debe a la figura de Zeljko Obradovic. El técnico serbio, un auténtico seguro de vida, es el preparador con un historial más excelso en la máxima competición continental de clubes. Atesora un total de seis Euroligas, tres cosechadas con el equipo heleno, una con el Partizán de Belgrado, una con el Joventut de Badalona y otra con el Real Madrid. Tan sólo ha sido incapaz de hacer campeón de Europa a la Benetton de Treviso. A los demás conjuntos que han exhibido su rúbrica los ha llevado a lo más alto del viejo continente. Sobran las palabras. Si un club desea ser el número uno, la mayor garantía es Obradovic.
La final celebrada en el Pabellón OAKA de Atenas fue una oda al baloncesto de altos quilates. El Panathinaikos y el CSKA de Moscú protagonizaron una encarnizada batalla. El choque estuvo equilibrado, pero siempre portaron la iniciativa los atenienses, apoyados incondicionalmente por la animosa hinchada helena. Al final, los jugadores de Zeljko Obradovic se 'llevaron el gato al agua' y batieron a los moscovitas, campeones hasta entonces, por 93-91. El MVP de la Final a Cuatro fue Dimitrios Diamantidis el día de su 27º cumpleaños, que estuvo bien secundado por Ramunas Siskauskas y por Dejan Tomasevic. Por un día, el héroe griego no fue el genial Theodoros Papaloukas, estrella de los rusos, que a pesar de ello cuajó una fenomenal actuación.
Me quedo, no obstante, con una duda. ¿Qué hubiese sucedido si la final se hubiera desarrollado en campo neutral o en territorio ruso? Dejo el interrogante. Pero, sinceramente, no imagino al Panathinaikos superando al CSKA de Moscú fuera de tierras griegas.
3 comentarios:
Creo que no hay ninguna duda. En campo neutral Panathinaikos no habría ganado la final. Es más, no habría ganado en semifinales al Tau. El Panathinaikos no es el mejor equipo de Europa.
El hecho de que el Panathinaikos haya jugado en casa claro que ha influido. Pero a mí me gustaría destacar la importancia de tener un buen entrenador y Obradovic es el mejor entrenador de Europa. Marca la diferencia.
No le busquéis tres pies al gato. El campeón, aunque os pese, es el Panathinaikos. No hay más que hablar.
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