Alfonso Reyes, uno de los más grandes jugadores interiores españoles de la última década, ha anunciado que abandona el baloncesto profesional. Echaremos de menos al aguerrido zurdo andaluz.
El menudo pívot, oficialmente 2.02 m., nació en 1971 en Córdoba y llevó a cabo una carrera realmente fructífera. El hermano de Felipe Reyes salió de la prolífica cantera de Estudiantes, debutó en ACB con los del Ramiro de Maeztu y pasó por entidades de la enjundia del Unicaja, del propio Estudiantes, del Real Madrid o del Racing París, poniendo fin a su trayectoria en el Breogán.
Alfonso Reyes fue internacional con la selección española en más de 100 ocasiones, llegando a ser su capitán en varios envites. Debutó con el combinado nacional el 20 de mayo de 1995, en un partido amistoso disputado en Leganés, frente a Italia. Desde entonces, se convirtió en uno de los baluartes tanto de la 'roja' como de sus clubes.
En su palmarés, destacan las tres medallas obtenidas con la selección en Europeos (dos platas y un bronce), así como la Copa del Rey de 1992 y 2000, año en el que fue escogido MVP de la competición. Asimismo, varios subcampeonatos adornan su historial, entre ellos el conseguido con el Unicaja en la temporada 1994-95.
Su única espina es no haber podido formar parte de la actual selección española, vigente campeona mundial. Y es que la generación de los Pau Gasol o Juan Carlos Navarro han posicionado a nuestro baloncesto en lo más alto. Pero Alfonso, de algún modo, ha estado presente en sus proezas. Compartió vestuario con los 'júnior de oro' en las primeras batallas de tan talentosa generación y, además, su hermano Felipe ocupó su puesto en la pintura. Todo queda en familia.
Alfonso Reyes, un pívot corajudo, más bajo que sus oponentes, aunque con una fuerza y determinación sin parangón, fue el rey de los rebotes en la ACB y en Europa.
Su poderío bajo los tableros, su inigualable corazón y su semigancho con la zurda persistirán en un lugar privilegiado de nuestra memoria.
2 comentarios:
Alfonso Reyes ha sido uno de esos deportistas que demuestran que no hace falta ser un virtuoso para llegar a la élite. Con trabajo, sudor y amor propio se pueden conseguir grandes cosas.
Hace unos días que los medios anunciaron la retirada de Alfonso. Sólo puedo decir una cosa. Fue un profesional como la copa de un pino. La tripleta interior que formó con Michael Ansley y Kenny Miller en el Unicaja aún es recordada entre los aficionados. Como me pasa con su hermano, siempre me fascinó su facilidad para coger rebotes a pesar de sus pocos centímetros.
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